Todo iba mal desde hace algún tiempo, la relación entre mis papás se estaba dañando poco a poco, y era algo que mi hermana y yo sabíamos pero teníamos la esperanza de que todo se solucionara.
Todo este año 2005 mis papás y yo estuvimos haciendo los preparativos para el viaje que realizaría después de graduarme, y esto unió mucho a mis padres pues debían enfrentar el hecho de que su hija menor estuviera lejos de casa por un año, algo que nunca había sucedido y era nuevo para los dos. Mientras hacían todo tipo de diligencias y pasaban tiempo juntos, yo siempre pensé que esa podría ser la oportunidad para que resolvieran todos sus problemas.
Llegó el día de mi partida, toda mi familia fue a Bogotá para despedirme. Mis papás no se alejaron de mí ni un segundo y tampoco mi novio. Todo estaba bien hasta que nos llamaron a abordar. El primero en empezar a llorar fue mi papá, algo que me sorprendió mucho, pues creo que era la segunda vez que lo veía llorar después de la muerte de mi abuelo, luego el turno fue para mi mamá y prácticamente todas las personas que nos acompañaban a mí y a mis amigos.
Yo me fui con la idea de que mis papás se reconciliarían, es mas, cuando llegué a mi destino, hable con mi hermana y me dijo que estaban muy bien. La noticia me llegó cuatro meses después, mis papás se habían separado. Nunca creí que podría aceptarlo, pero ahora sé que puedo pensar con madurez, ahora me doy cuenta de que era lo mejor para los dos, aunque muy doloroso para sus hijas.
Lo que más pensaba mientras estaba lejos era cómo me iba a acostumbrar a esto, llegar a mi casa después de tanto tiempo y tener a mi papá lejos de mi, no poder hablar con el todas las mañanas al levantarme y dejar de hacer todo lo que normalmente hacíamos viviendo juntos como familia.
No ha sido muy fácil, pero supongo que cada día todo mejorará o al menos eso espero.
Mi relación con mi papá no ha cambiado mucho, él me llama todos los días y yo a él. Cada vez que se le presenta la oportunidad viene a Bogotá a estar conmigo y con mi hermana. Sin importar lo que haya pasado, apoyo a mis padres así como ellos me apoyan incondicionalmente y no me queda nada más que aprender a vivir con este nuevo estilo de vida y seguir adelante.
También de esta separación han surgido muchas diferencias entre la familia de mi papá, mi hermana y yo. Siempre habíamos tenido una muy buena relación con mi abuela y mis tías pero todo cambió. Poco tiempo de haber llegado de mi viaje, los problemas en casa se iban solucionando, pero después todo se complicó, mi abuela y mis tías no hacían nada mas que hablar de todo lo que pasaba entre mis papás, y eso me hacía poner de muy mal genio, sobre todo cuando hablaban particularmente de mi mamá culpándola de un matrimonio que se había dañado. No son lo suficientemente respetuosas como para darse cuenta de que eso no es problema de ellas, y se creen con la capacidad de hablar mal y criticar a mucha gente que ni conocen pero no se miran a si mismas ni se dan cuenta de lo que pasa a su alrededor. Esta fue una razón muy valida para tomar la decisión de alejarme de ellas. A pesar de que en gran parte de mi vida ocuparon un lugar muy importante, ahora perdí esa importancia, y creo que será muy difícil para mí recuperar ese afecto que les tenía. Lo que pienso ahora es muy diferente, pienso que lo único que nos une es nuestra sangre y sobre todo mi papá, porque él no sabe lo que yo estoy sintiendo ahora y tampoco quiero que lo sepa pues sé que le causaría mucha tristeza.
