El juguete que más recuerdo es una casa de fisher price. Esta casa era de color azul, rosado y amarillo. Su tamaño lo consideraba grande para la edad que tenía pues me llegaba a la altura de mis hombros. En ella podía encontrar todas las partes de una casa real, con habitaciones, baño, sala, comedor y habitaban cuatro personajes: mamá, papá, el bebé y un perrito.
Este juguete significaba mucho para mí, porque me lo trajo el “Niño Dios”. Todavía tengo un claro recuerdo de esa navidad, de la emoción que sentía porque llegara la medianoche y así poder empezar a buscar mis regalos por toda la casa y jugar con ellos. Al ver ésta caja debajo de mi cama me sorprendí mucho por su tamaño y también porque cuando la destapé me dí cuenta de que era la casa que describía perfectamente en la carta que le había escrito al “Niño Dios”.
Gracias a ésta “casita” disfrute muchos días de mi niñez jugando con mis primos, amigos y hasta sola pues era mi juguete preferido y nada me parecía más divertido que jugar con él.